miércoles, 27 de septiembre de 2023

Diario - 2 de septiembre

Hace pocos días le envié un mensaje, inesperadamente mi corazón se agitó con una taquicardia horrible, me dije a mí misma: “¡Cálmate!”, mientras intentaba que los latidos se normalizaran.


Para iniciar la conversación, un saludo como siempre, no tardó mucho en contestar, no recuerdo el tiempo transcurrido ya que antes de recibir respuesta estaba más ocupada en tranquilizarme que en checar la notificación.


Un cordial saludo recibí de vuelta, lo cual me sorprendió; esperaba más un reclamo o cero respuesta, en realidad. Contesté con una despedida, porque ante todo lo que ha pasado y el historial acumulado creo que siempre he sido yo la que lleva las de perder, y el problema no es quien gana o pierde, la cuestión es que duele y todos estos sentimientos me enferman, me consumen, me van apagando y degradando hasta un punto que no sé si exista un final.


De cualquier forma, él me respondió con indiferencia, como muchas otras veces lo ha hecho, lo cual me pareció siempre insensible, pero quizás sea lo mejor y agradezco en parte que facilita más las cosas para mí.


He pensado que él ha tenido piedad al contestar de esa manera y no mantenerme con esta falsa esperanza que aún asoma la cabeza como una aguja punzante. No sé cuándo desaparecerá esta costumbre matutina de pensarlo y luego ponerme triste o, por el contrario, no sé si despierto triste y luego lo pienso.


Esta noche soñé con su voz, tres palabras improbables resonaron fuerte en mi ensoñación y me hicieron sentir una alegría a tope. Se escuchaban fuertes, hacían eco y llegaban sin ninguna imagen, como si mis ojos estuvieran cerrados y trajera puestos auriculares, y de ellos emanara su voz en alta definición, fuerte y con cada detalle de su forma tan particular de hablar. Tanta es la improbabilidad de este suceso, que pronto me di cuenta que estaba soñando y simplemente ignoré la voz. Mi mente se fue a soñar otras cosas sin resolver que también acumula el desván de mi pensamiento.


Pienso que, aunque no lo quisiera, mi vida ya ha quedado marcada por su presencia, por su fugaz permanencia que se ha extendido por tantos años, no sé si pudiera hablar de mi honestamente sin tomar en cuenta lo que alguna vez existió entre nosotros, como cuando te preguntan de ese pasatiempo favorito que por cuestiones ajenas a ti ya no tienes oportunidad de practicar; la vida, los compromisos y las ocupaciones te han separado de tan exquisita tarea.


Pero es superfluo decir que sólo era un pasatiempo favorito, porque resulta ser que esa persona, ese tiempo y lo que te hacía sentir, era la definición de la felicidad en la Tierra.




“And if I die, then who

Will write my poems to you?”

― Anna Akhmatova

Oración al Universo

En esta misma dimensión, en un futuro no muy lejano, se encuentran nuestras miradas; fijos tus ojos en los míos y los míos en los tuyos, quizás sólo un segundo, pero ese instante durará para siempre, nuestras almas se activarán ante ese estímulo y reconoceremos que no existe un fin para lo predestinado, para todo aquello que está conectado por las casualidades.

jueves, 13 de julio de 2023

Pensamientos sin edición

Suelo pensarte en frases, vienen y se van, no estoy segura si regresan igual después del primer momento en que las imaginé.


Pero esto no lo vi venir, me repito una y otra vez, y pensar que llegué a creer que los sueños se volvían realidad, cuánto me ilusione, cuánto lo desee, cuánto esperé, cuánto di de mí, nada me pesa, lo volvería a hacer una y otra vez, buscaría cómo ser mejor, como no volverme a equivocar tanto contigo. 


Duele saber que no estarás más para mí, a fin de cuentas, el sueño en que te desvanecías entre mis brazos se cumplió, ese sí se hizo realidad. Nunca estuve tan segura de algo y finalmente se perdió. 


Algunas veces pensé en cómo sería este momento, nunca lo desee, pero sabía que lloraría con ojos secos, porque no hay manera de demostrar lágrimas ante lo que debe esconderse, me pregunto si hace daño guardar tanto dolor.


Te podría confesar ahora mismo, como si esto alguna vez fuera llegar a ti, que escucho tus canciones favoritas mientras escribo esto, y se me aprieta el corazón, donde antes había un vacío ahora solo hay dolor, un dolor tan suave que me arrulla con una pesadez de sueño, quizás el sueño que guardan los muertos en su tumba.


Y pensar que temía enterarme que te morías, qué haría, cómo podría afrontar eso y ahora te tengo muerto en vida, acaso no es lo mismo.


Anoche te soñé, tres puertas cafés escalonadas sobre un edificio verde azulado, a un costado la puerta de tu estudio. Frente al edificio quedaba el lugar donde me estaba quedando, tú no querías estar conmigo al principio, al día siguiente salí por la mañana y busqué de nuevo la puerta de tu estudio, como referencia junto a las tres puertas sobre el edificio verde azul, no encontré ni las puertas ni la entrada a tu estudio a pesar de que recorrí la calle de punta a punta, regresé al lugar donde me hospedaba y ya era noche, te encontré ahí afuera, me pedías que me quedara, y yo llorando te decía que no, que me iría una vez más, y después quizás te podría visitar, pero no podía quedarme ya si nunca vas a estar cuando te llegue a buscar.


Quiero hacerme a la idea, dame razones para que sea más fácil. Porque no me dijiste desde un principio que ya no querías que te volviera a buscar, siempre de forma tan indirecta, claro es obvio, pero las cosas no son reales hasta que se dicen tal cual. Quiero hacerme a la idea, yo también la paso mal ahora mismo, no tengo idea si tú estás peor que yo, pero creo que lo siento por ambos, por ti y por mí, siento que te duele y me duele también a mí.






domingo, 11 de septiembre de 2022

Un pinchazo en el corazón

Domingo por la mañana.

- Ya te vas tan temprano.

- Sí, tengo mucho trabajo.

- Ok. Que te vaya bien.

Se rodó sobre la cama y volvió a dormir un rato.

La despertó el frío, estaba completamente desnuda enredada entre sábanas. Pensó en él, así como todos los días, sólo un segundo y se levantó a lavarse los dientes. Se miró en el espejo, el cabello le había quedado abultado; la noche anterior llegó tarde a casa, hacía un calor bochornoso, se dió un baño y después se metió a la cama.

- ¿Me abrazas?

Él la abrazó y ella se quedó dormida, pero toda la noche tuvo extraños sueños. Había sentido calor también, estuvo sudando entre pesadillas, pero esa mañana la había despertado el frío.

Se tomó fotos sin ropa sobre la cama, pensó en darse cariñito a ella misma. Fue por su vibrador y le puso un poco de lubricante sabor fresa. Era raro volver a hacer eso sin pensar en nadie en especial; de repente nada tenía sentido, solo concentrarse en el placer de las sensaciones, excitarse con su propio cuerpo y sus reacciones.

Las luces estaban apagadas, solo una lámpara de noche iluminaba tenuemente la habitación. El vibrador estaba entre sus piernas, clavado en su sexo, las vibraciones eran intermitentes y le brindaban deliciosas oleadas de placer. Prendió la luz y se grabó un poco con el móvil, un clip dirigido para nadie en especial, qué raro se sentía eso.

Pensó en él nuevamente, pero una imagen desagradable se posó en su mente, se la sacudió rápidamente y su mente voló a mil lugares, era difícil concentrarse así, sin ningún objetivo en mente. Imaginó a su amiga, su cara linda y sonrisa sexy; pensó en cómo quería que su esposo la dominara, sintió su propio cuerpo frágil ante el deseo. De repente el vibrador la calentaba más, le subió la potencia y se dejó llevar por ese momento de placer justo antes de explotar.

La sensación se hizo intensa hasta que llegó al orgasmo, en ese momento su pecho se llenó de un sentimiento profundo, un cálido pinchazo en el corazón que poco a poco se fue convirtiendo en un pensamiento: por mucho tiempo había creído estar enamorada de una persona, pero esa persona no existía, solo había sido un invento, un anhelo de sus propias fantasías.


 

sábado, 27 de agosto de 2022

Desayuno analgésico

El dolor me mantiene

en un estado de vigilia

tenue, pero constante

desayunando agua

con analgésicos.


Los ojos duelen,

la cabeza se prepara para explotar,

el corazón se duerme

la sonrisa sincera se apaga,

la que es falsa toma su lugar.


La decepción,

el dolor,

la soledad,

la injusticia,

son cosa de cada día,

ya todo pasará.

Diario - 2 de septiembre

Hace pocos días le envié un mensaje, inesperadamente mi corazón se agitó con una taquicardia horrible, me dije a mí misma: “¡Cálmate!”, mien...