La ilógica nostalgia

A veces la nostalgia me abraza,

el día se despinta,

se va haciendo tenue;

no hay sonrisas sinceras,

el alma se va apagando,

así como el sol apaga sus llamas

cuando desciende al horizonte bajo el mar.

Oscurece, la noche cae sobre mis ojos

y la mente le pregunta al corazón

de dónde viene esa tristeza,

mi pechó sólo pronuncia tu nombre

que se queda atrapado en mi cabeza,

no hay labios que lo pronuncien,

tu ausencia me alcanza al fin.

Estás tan adentro, te oculto

donde nadie pueda ver tus ojos,

tus pupilas a través de las mias;

la memoria de mi piel guarda

el cálido aroma de tus besos,

te escondo de mis pensamientos,

aparto de mi corazón tu recuerdo.

Pero la nostalgia me abraza,

su denso aire me asfixia,

la tristeza me desborda

y la mente se pregunta por qué,

el corazón sólo enmudece,

no hay lógica en lo que siento,

entonces el corazón me dicta tu nombre.