Dejar de soñar para poder dormir

No puedo dormir,

algo se ha metido en mi mente,

un monstruo de dos cabezas,

quizá un simple deseo no cumplido,

algo, algo está en mi y no me deja dormir,

me mantiene despierta

mirando al espacio

deseando lo que no tengo,

imaginando una noche distinta,

abrazada de otro cuerpo,

no sólo la sensación del mío,

solitario, insípido

pues no hay lengua que lo pruebe

que desee su sabor,

gastando los minutos estoy,

en un limbo donde el tiempo sólo fluye sin sentido,

la vida se va sin glorias, sin llantos.

Ojalá las palabras fluyeran más armónicas,

ojalá crearán una obra maestra,

pero aquí no hay nada,

más que el tiempo que va a su tiempo,

ni se atrasa ni se apresura,

no mata da vida aunque mañana la quite,

en un mañana que aún no conozco ni quiero ver,

no aún sin antes llenarme de tus ojos

y también los tuyos,

quiero verte desaparecer y amanecer,

todo quiero de ti

y talvez eso no me deja dormir.

No nos acabamos,

aunque cerremos los ojos,

mañana seguimos 

y aún así no dormimos,

esperándonos hasta que nos cansamos,

nos dejamos vencer un día más,

cediendo ante los caprichos del mundo,

todo el mundo menos nosotros,

por eso no dormimos

porque soñamos despiertos lo que no tenemos en el día

y toda la noche extrañamos,

sin encontrar fin,

fuerzas o lo que sea que se necesite

para lograr dejar de soñar

y al fin dormir de verdad.