Fantasía muerta

Un momento cambió todo, un choque entre la realidad y una tonta fantasía, una ilusión que aún no abandona mi mente y mi alma. Fue como verte alejarte para siempre, una enorme barrera que me separó por completo de ti; siempre supe que tenías tu vida, que yo no estaba más en ella, sólo como una combinación de lindos recuerdos y amargos ratos, distanciados encuentros y leves fantasías de mi parte.

En realidad nunca supe ver más allá de lo que escondían tus ojos, tus palabras, tus cuestionamientos; nunca tuve la valentía para tratar de descubrir más a fondo y te dejé ir una y mil veces, me reí solamente y dejé que te alejaras más día con día, hasta que mi existencia sólo fue un recuerdo transparente en tu vida.

Hace pocos días encontré algunos recuerdos entre lo bloques de desastres olvidados de mi habitación, sonreí al recordar aquella admiración que sentíamos, de las tonterías de niños enamorados, los coloqué a la vista para recordarte con más fuerza, aferrándome a lo inexistente.

Ahora me pregunto cómo te dejaré ir, sin que mi corazón se quiebre en dos, cómo podré olvidarte por completo, sacar de mi mente aquella historia que se marchitó y de mi corazón desterrar la rabia de saber que tu amor siempre fue para otra porque yo nunca supe quererte hasta que te vi perdido.